MIGRACIÓN: UNA MIRADA HISTÓRICA
EMIGRACIÓN:
CONSIDERACIONES
IMPORTANTES
Dr. Carlos López Haz
A lo largo de la historia universal de
la humanidad se encuentran registrados múltiples hechos relacionados a
movimientos migratorios masivos así como procesos migratorios individuales;
ellos han tenido dos característica en común, la primera de ellas es que
siempre el acto de emigrar, traerá un impacto en el mundo psíquico del migrante
que se expresa en el cambio de sus costumbres y modos de vida, que inducirá el cambio
de su sentido psicológico, con el que operará en la colectividad en la que se
encuentre, mientras que la segunda característica se configura en torno a las
fuertes determinantes “sociales” de desventaja que justificaron de alguna
manera el acto emigrar y que se actualizan y agravan en el nuevo escenario
social donde encuentre.
Una
concepción antigua que de alguna manera está vigente aún, sobre el tema
migratorio, lo podemos encontrar en la postura de los cínicos y de los
estoicos, para quienes el exilio como figura migratoria, estaba considerado
como un hecho positivo, con lo cual, este fenómeno tomaba un carácter,
innovador, de oportunidad, de búsqueda y de aventura, generado por el abandono
del viejo contexto social del cual partía así como la oportunidad cultural al
cambio ofrecido por un nuevo sistema[1].
Una segunda postura y que va en dirección contraria a la primera, radica en
considerar el exilio como pérdida o una forma de desarraigo que afecta a la
capacidad organizativa y de asimilación adecuadamente a eventos adversos del
nuevo estatus, que afectan la regulación individual o social del migrante, así
como su salud.
En esa
línea diremos entonces que la migración como fenómeno social, es abordada desde
diferentes ángulos así como también de diferentes disciplinas de la ciencia,
las mismas que intentan responder a las heterogéneas condiciones, necesidades y
requerimientos que ella, es decir la migración en si mismo genera. En especial aquellos
fenómenos más visibles como los económicos-políticos, los étnicos-culturales
entre otros; sin embargo y muy a pesar de tales esfuerzos, existe un agente
derivado en línea directa de tal fenómeno social, que no ha sido muy atendido y
que se relaciona con la salud integral cuyo
concepto aglutina a la salud de la
familia[2].
Al respecto es importante señalar
que dada la trascendencia que tiene el binomio salud –Familia, para finales de
la década de los años setenta, la Organización Mundial de la Salud, reúne un
comité de expertos, para argumentar el rol que tiene y ocupa la familia en el
plano de la salud, así como para proponer indicadores de análisis que sirvan funcionalmente
para señalar el estado de la salud familiar a nivel planetario[3].
La agenda para la promoción, fomento
y desarrollo de la salud ha sido intensa, en ello ha puesto su empeño tanto la
Organización Mundial de la Salud y como la Organización Panamericana de la Salud;
al respecto los énfasis se han circunscrito a mejorar las condiciones de la
salud pública, pero siempre centradas a lo individual, esto significa entonces
privilegiar la prevención de las
dolencias, discapacidades, para prolongar la vida[4].
Sin
embargo y a pesar de los esfuerzos en Alma-Ata en el año setenta y ocho por
declarar la salud para todos, no se alcanza a visibilizar y menos a declara la
importancia de la salud familiar; es para el año dos mil y con motivo de celebrarse
V Conferencia mundial de salud preventiva en la ciudad de México, para evaluar
el cumplimiento de la propuesta de realizada por la OMS en Alma –Ata, es que se
insiste a los países participantes, a reorientar la atención de salud
enfatizando a la familia y al establecimiento de política que las fortalezcan
en este sentido.
A partir de la postura conocida como
la declaración de México, es donde por primera vez se visibiliza el binomio
familia – salud, declaración que toma por ello un grado de importancia para el
tema; la OMS el 7 de junio en la sesión plenaria D, propone la estrategia de
las escuelas promotoras de la salud, y el programa de salud familiar cuyo
slogan indicaba “la salud empieza por casa”, dicha declaración en realidad aún
se encuentra en deuda con relación a la familia y su salud[5].
Louró
Isabel (2004) señala que sobre la base de la información obtenida de la
relación salud - familia, el subcomité de planificación de la Organización
Panamericana de la salud, plantea que muy a pesar de la posición fundamental
que ocupa la familia en la sociedad, no suele estudiársela a ella desde el
punto de vista de la salud pública, de ahí que la interrelación compleja
existente entre la familia y la salud, está mal documentada y mal percibida.
Martín Consuelo (2006) ampliando la
postura también suma su opinión al afirmar que en la sociedad concreta es poco
común encontrar en el abanico de sus problemas sociales, la preocupación sobre
la salud mental de los protagonistas que tienen vinculación directa e indirecta
con el movimiento migratorio; por ello, en los ámbitos de la Psicología y la
Psiquiatría se abre un nuevo espacio para el abordaje profesional de este
silencioso problema, el cual debe ser abordado desde una mirada psicosocial.
UN PROBLEMA REAL
UN
PROBLEMA PSICO-SOCIAL
No deja de ser una realidad dura y lacerante
para sociedades como las nuestras, encontrar en sus registros grandes masa
migratorias de sus ciudadanos y ciudadanas a otros países en busca de mejores
condiciones de vida, de oportunidades, desarrollo o de éxito; percibido así por
quienes animados a dejar su lugar de nacimiento y residencia, con todas las implicaciones
que esto trae, migran a otros lugares, abanando con ello su historia, su
cultura, su modo de existencia y por sobre todo a su familia.
La necesidad sentida por este grupo de
personas por lograr grandes sueños y metas es tan alta, que no importa pagar los
alto costos que demanda tal acto, decisión que traerá, de manera inmediata la
reducción de sus derechos, la restricción de comodidades, la pérdida tranquilidad,
la restricción de su seguridad social y física, así como el distanciamiento de su
grupo inmediato o primario, afecciones en el plano de la salud y en casos extremos su propia muerte. Es la
migración entonces un fenómeno serio de orden psicosocial que explica por sí
solo el proceso de obnubilación y alienación social, que experimentan esos
ciudadanos y ciudadanas, para no valorar objetivamente cualquier tipo de
pensamiento y razonamiento lógico, sobre los riesgos, penurias y vicisitudes
que el periplo atañe, así como la imposibilidad de analizar con profundidad los
pro y contras de los cambios drásticos que esa decisión generará en su entorno
y en su vida.
Los efectos psicológicos y sociales negativos
producidos por la migración, son en muchos casos incalculables, algunos de esos
problemas se presentan a corto y a mediano plazo en el sujeto que emigra, como
en aquellos otros sujetos que se quedan; al presentarse los cambios en la calidad
y modo de vida, estos se experimentan de manera objetiva y subjetiva, así como
en las condiciones de existencia de muchos de ellos. Cambios que se traducirán
en francos deterioros de su salud, así como, de los procesos de desregulación
tanto interna como externa, que se evidenciarán indefectiblemente en la
conducta social, moral de los más vulnerables y sobre todo la presión marcada en
sus vínculos afectivos, que traerá graves costos en cuanto a salud familiar.
MIGRACIÓN INTERNA
Y MODELO AGROEXPORTADOR
Más allá del problema de fugas de talentos, de pérdida de fuerza laboral joven, de la pérdida de profesionales, del abandono de los campos, de la salida o fuga de mano de obra calificada; existen otra serie de problemas psicosociales desencadenados por este no tan nuevo tema socio-psicológico de impacto mundial, como lo es la migración, pero que sin duda pasa la factura en el plano socio-familiar más alta a sociedades frágiles como las sudamericanas, cuyo procesos de enajenación y dominación ideológica burguesa es la base de dicha alienación y alienta el acto migratorio.
En el Ecuador la historia migratoria se debe
ubicar en dos grandes momentos, el primero de ellos vincula con el paso del
modelo agro-exportador[6]
al modelo petrolero; este hecho a mas de generar riquezas al país, también
posibilitó el desarrollo y primer fortalecimiento del sector industrial, tal
hecho conllevó a la generación de los primeros asentamientos populares en la
periferia de la ciudad y justo alrededor de las fábricas[7].
Tales asentamientos llamados en la época “los cinturones de la pobreza”, lo
constituyeron grupos familiares llegados desde el interior del país; esté
primer éxodo se caracterizó por ser masivo y por lo general implicaban a todo
el grupo familiar, estos grupos conformaban sus propios asentamientos, poniendo
de moda otro problema social para la época “las invasiones” de tierras privadas,
inactivas y desocupadas en la periferia de la ciudad.
Tal dinámica traería un fenómeno muy
especial y complejo, toda una generación sincrética que no solamente quedó
circunscrita a las formas de expresión religiosas de tales grupos, sino que
avanzó a la interpenetración de culturas y de modelos de existencia de estos
conglomerados humanos. Sincretismo que no se concreta o reduce a lo ideológico
religioso de esos sujetos, sino que a toda la subjetividad cultural de ellos
expresándose en cambios radicales de sus modos y estilos tradicionales de vida.
Así por ejemplo se modificaron formas
de vestir, estilos de comunicación, costumbres alimenticias, formas de
comportamiento social, estilos de seducción, conducta sexual y modos
relacionales familiares, entre otros aspectos, que a todas luces indicaban en
la época un cambio en la estructura psíquica y personológica de tales actores y de la
sociedad en sí misma, que explica suficientemente un cambio en la subjetividad,
e intersubjetividad de los sujetos actores sociales del problema, direccionando
a muchos de ellos francos procesos de inadaptación social, empujados también
por la marginalidad sentida y las infra-condiciones de existencia, al carecer
de servicios de básicos, seguridad social y pública, por ,lo menos hasta la
llegada de los años noventa.
Hasta la década del 40 en el Ecuador
los productos exportados a gran escala correspondían al café y cacao,
destacándose este último, dado su alta calidad, la que fue reconocida en el
mercado mundial[8]. Aspecto que generó nos
dieran el título gran cacao ecuatoriano a nuestro producto, hecho que además se
generaliza en el proceso social interno, por el impacto que trajo a la economía
interna y que a la vez se convierte en la metáfora social del gran cacao, para
denotar a las personas y familias enriquecidas por esta actividad, así como
también, para señalar en el vulgo a personas que tomaban posturas de
importancia y nobleza sin tenerla.
El gran auge bananero arrancaría a
finales de la década del cuarenta y se extendería con fuerza hasta finales de
los años sesenta; reinado mundial a consecuencia de la caída interna de la
producción del cacao, caída que obedeció al daño masivo de plantaciones
cacaoteras, debido a plagas y enfermedades de la fruta por un lado, mientras
que a nivel mundial se dieron las condiciones para este hecho, debido a que los
otros países productores de banano sufrieron el embate de los ciclones y plagas[9].
Por ello dentro del modelo agro
exportador se ubica el cacao como producto de exportación principal que
fortalece los marcadores domésticos del producto interno bruto del país por
aquella época, así como los capitales de los grandes productores y exportadores
del mismo[10], generando
paradójicamente más pobreza en los grupos familiares de campesinos dedicados a
esta tarea. Un evento más alarmante lo constituye la aparición del banano, como
producto relevo de exportación, al punto que dado los volúmenes de ventas e
ingresos, fue denominado como el “oro verde”.
Este hecho marcaría significativamente
la vida del país como la vida de las familias, pues aunque no mejoraría las
condiciones de existencia de los campesinos, de alguna manera aseguraba algo de
trabajo para el montubio y su familia y con ello su asentamiento territorial,
esto en el sector de la costa. La explotación del “oro verde” traería apareado
la explotación de las familias campesinas, cuyas consecuencias fueron costosas
en salud para los trabajadores del campo, así como también los condenó a recibir
miserables pagos por la fuerza laboral que ofrecían sus empleadores, situación
que los condenaba tácita e ilegítimamente a emplearse como familias enteras a
trabajar en dicha actividad, acto que significó la incorporación masiva de
niños y niñas, al trabajo de las bananeras y el incremento el abandono escolar
por un lado, mientras por otro el enriquecimiento de los productores de la
fruta.
Macias Peña (1983) la revolución
liberal Juliana de 1895 encabezada por Don Eloy Alfaro Delgado, modificó
radicalmente, la estructura social del país, aunque no mucho la estructura
económica política. Pues a criterio del autor, los grupos de poder representado
por la burguesía agro-comercial-bancaría, tenían la finalidad de controlar el
modelo agro exportador mediante el ajuste de medidas económicas y jurídicas,
que favorecieran por igual la exportación y la importación, robusteciendo a la
burguesía local en su conjunto. Esta, es entonces, una de las razones por la
que la producción de la costa, en aquella época, fuese dedicada exclusivamente
a la exportación y a consecuencia de ello, el modelo de relaciones capitalistas
no se desarrolla en la serranía ecuatoriana, impidiendo esta situación la
capacidad de ampliación de su mercado de consumo interno.
Este aspecto genera que en la sierra
se mantengan las relaciones pre-capitalistas, favoreciendo un precario sistema
feudal y así poder establecer jurídicamente restricciones a los campesinos
serranos, para que no puedan abandonar las tierras, pues se hubiera tenido un
éxodo más intenso y masivo a la costa, del que se tuvo en aquel momento a
consecuencia de que en el litoral se podía obtener un salario más alto, en
comparación a los salarios que pagaban las haciendas serranas.
La presencia de un pequeño sector de trabajadores
campesinos serranos en plantaciones costeñas, generaba el efecto económico
aprovechado por los hacendados capitalistas, para abaratar la mano de obra en
sus plantaciones de banano, debido al interés de los campesinos serranos
migrados a esta parte de la región, para encontrar empleo a cualquier precio. El
hecho de existir mayor demanda por trabajo que oferta de empleo en sí,
establecía las mejores condiciones para la explotación laboral del momento,
hecho que entre otros, configuró al modelo económico liberal, el cual generó un
asentamiento de la injusticia social en el plano de lo económico, así como la
agudización de las contradicciones regionalistas, entre los campesinos costeños
y los serranos migrantes[11].
La
tradición bananera se ha mantenido y aunque se ha tecnificado debido a la
influencia del modernismo, esta área
laboral, no ha experimentado cambios en la situación del trato humano, la
situación de salarios y la situación de seguridad social y salud. Esto es una
realidad al punto que el año 2004, el fondo de las Naciones Unidas (Unicef),
denuncia que en el ecuador, existían 700.000 niños y adolescentes, que
laboraban en diversa actividades alejados de toda seguridad y protección social
y laboral. En este sentido el mismo informe denuncia que de esa cantidad, ocho
mil niños y niñas que incluye adolescentes, laboran para bananeras, empresas
florícolas e incluso en la minería; lo sombroso de ello es que según la UNICEF
algunos de ellos y ellas eran obligados a laboral; señala el dato que el
cincuenta por ciento no recibe salario, a cambio solo la vivienda para su
familia en la hacienda y la alimentación que solo incluye el almuerzo en días
laborables[12].
(el paso al modelo liberal)
En la década de los sesenta se produce
la transición del modelo agro-exportador al modelo de la industrialización
asociada; los diferentes fenómenos sociales que se dan para la época y en
especial la realidad política que vivía el país, conducen a la generación de un
nuevo modelo empresarial, caracterizado por la participación e influencia de
algunos estados capitalistas, que se disputan los mercados latinoamericanos,
vistos como zonas francas de inversión por su elevada rentabilidad y en
especial para inyectar sus dineros en calidad de préstamos, que luego
significaría la subordinación de ese estado a los grupos internacionales de
poder. Macías Peña (1983).
En este
grupo encontramos organizaciones transnacionales Alemanas, Holandesas, Italianas,
Japonesas, que entrarían en la escena política económica en especial para
competir y restar mercado a los Estados Unidos. Construido el camino para el
establecimiento de las multinacionales y la internalización del capital, ahora
la presión y necesidad se centraba cada vez de lograr producir con mano de obra
barata a la vez de apoderarse de pequeños flujos de capital local o nativo,
amparada en cartas constitucionales y regulaciones financieras arregladas o
ajustadas para ese fin.
Otro
factor que induce este cambio es sin duda la oportunidad de vender tecnología a
países como los nuestros, incapaces a la época de producirla, no solo por la
desigualdad en la producción y desarrollo tecnológico, sino porque los países
de primer mundo, mediante la apropiación y uso exclusivo del conocimiento,
mediante el uso de patentes y licencias, que restringen muy significativamente
el uso de esos recurso. Este factor generó el control absoluto de las
tecnologías y por lo tanto el dominio de la producción laboral, situación que
se concreta con la importación de maquinarias obsoletas como capital de
inversión en centros laborales, que mas tarde constituirían verdaderos centros
monopólicos[13].
Otro
factor relacionado al tema, tiene que ver con la compra de materia prima
industrializada, necesaria para el proceso productivo, pues a la época, las
empresas de producción e incluso las de servicios, tenían que adquirir el 93%
de la materia prima y el 60% de bienes intermedio, eran importados. A claras se
ve las estrategias de dominación del los países capitalista, realidad que se
mantiene en ciertos aspectos en la actualidad.
Para la década del setenta y con todo el
escenario descrito en los párrafos anteriores, sumado al apoyo de gobiernos
burgueses, rápidamente el proceso industrial crece y genera nuevas formas de
empleo, que conlleva, a una fuerte migración interna, a las ciudades y el
consecuente abandona de los campos. Proceso migratorio que genera movimientos
masivos de familias que llegaron de las provincias de Manabí y Esmeraldas en la
costa y de las provincias de Bolívar y Chimborazo de la sierra. Estas familias
generaron los primeros asentamientos los mismos que se ubicaron alrededor de
los complejos industriales formando lo que se denominaron verdaderos cinturones
de pobreza.
Este nuevo
modelo económico–social desarrollador, sin duda a la postre se convertiría en la
trampa que induciría a un marcado y acelerado empobrecimiento económico y moral
de todas las familias, especialmente en aquellas asentadas en esos cordones
miserables de pobreza, junto a grandes monstruos empresariales del momento.
Este fenómeno fue sin duda uno de los efectos sociales de mayor impacto y a la
vez el fenómeno más común generalizado en sur América, que empujaría
masivamente a la primera oleada migratoria sin precedentes en la historia
republicana del país.
Históricamente hoy como se ha venido
afirmando, los procesos migratorios en el Ecuador han existido desde siempre, sin
embargo dentro de toda esa temporada migratoria que alcanza hasta nuestros
días, se debe establecer y determinar la condición de flujo migratorio para
diferenciarlo de los simples éxodos familiares; para ello la coincidencia dos indicadores
resulta inevitable para alcanzar la connotación de flujo; primero la cantidad
de personas migrantes y segundo el tiempo en que se inicia y culmina el grueso
de ese movimiento, a la vez determina también condiciona el tamaño del flujo
migratorio del que se habla; entonces podemos afirmar sin temor a equívocos, que hemos tenido dos
grandes momentos, los cuales han sido muy disímiles el uno del otro; sin
embargo y a pesar de sus diferencia veremos en un breve análisis que
introduciré, cómo ellos, como procesos han encontrado coincidencias caracterizando
también su impactado en la esfera socio familiar de nuestra sociedad.
La tasa
migratoria según la dirección general de ecuatorianos residentes en el
exterior, de la cancillería del Ecuador, afirma que el primer flujo de
migrantes inicia en el año de 1951 concluyendo en el año de 1995; data que dura
alrededor de cuarenta y cuatro años, alcanzando según cifras de la Cancillería
cerca setecientos mil ciudadanos ecuatorianos que viajaron para los Estados
Unidos preferentemente.
Para
este mismo organismo, lo que sería el segundo flujo migratorio arranca tres
años después del cierre del primero, esto es en el año 1998 para cerrar de
manera temprana en el año 2003. Su duración tomaría cinco años, es muy breve
con relación al primer flujo de migrantes, descrito en el párrafo anterior; sin
embargo como vemos este segundo flujo es tan igual en cantidad de personas migrantes
que salieron del país pero con mayor impacto que el primero, a pesar de su
corto tiempo de vigencia. Este proceso logra poner otros setecientos mil
ecuatorianos, esta vez Europa como destino final preferentemente[14].
Para
tener una idea del tamaño de la primera oleada migratorio experimentada, diremos
que esta se produce de manera lenta, crónica y paulatina durante sus 44 años de
vigencia, poniendo en el exterior a 15.909 ecuatorianos por año; mientras que
en la segunda oleada se caracterizó por ser veloz y aguda, cuya duración solo
es de 5 años, logrando poner a 140.000 ecuatorianos por año.
El
intento de mantener al costo que fuese el modelo desarrollista (modelo de
economía liberal) que experimentaba una crisis aguda y con ello a su fin,
obligó a realizar algunos cambios ingeniosos que eviten la intervención del
estado, direccionando acciones hacia la privatización, la descentralización y
la focalización. Todas esas medidas lograron contener y concentrar grandes
capitales de pocas familias en detrimento del reparto equitativo y justo que
posibilite el desarrollo social, estábamos ante la presencia del modelo neo
liberal (Calvento M. 2007).
Para el año noventa, época en la cual
se produce el segundo flujo migratorio, se registran dos cientos millones de
pobres a nivel mundial, paradójicamente algunas de las economías Latinoamericanas,
registran un crecimiento moderado; sin embargo este hecho no alcanza a revertir
o reducir los índices de pobreza alcanzados por algunos de los países del cono
sur; así la injusticia social, la pobreza y la desigualdad continuaban incrementando
los marcadores sociales de riesgo, especialmente
en países como: Ecuador, Perú, México, Nicaragua, Venezuela y El Salvador[15].
Crisis del modelo neo liberal sería una
de las responsables de empujar la migración externa y que explica con
suficiencia, el abandono masivo de ecuatorianos a Europa que para la época,
tenía políticas migratorias flexibles.
Los últimos sesenta años de vida Republicana testifican fielmente como los flujos migratorios han ido variando de acuerdo a las diferentes condiciones y políticas para los inmigrantes impuestas por los países que los acogen; tanto es así que eso incide por ejemplo en edades, sexo, habilidades y destrezas entre otros factores.
Un
fenómeno alineado a la migración y surgido en especial en esta segunda oleada,
sin duda que es el engrosamiento de la mujer migrante. Para el primer momento
migratorio las diferencias estadísticas ponían a las mujeres levemente por
debajo de la cantidad de hombres inmigrantes. Es en la década de los años
noventa es cuando la migración masculina, toma una pequeña distancia con relación a la femenina, en especial por
la migración que proviene de la sierra en particular las zonas sur del Austro.
Según el
censo de población y vivienda realizado en el año 2001, los hombres migran más
que las mujeres sin embargo esta relación varían si analizamos la migración actual
de ecuatorianos, en las tres ciudades principales como Guayaquil, Quito y
Cuenca. Al mirar las cifras migratorias observaremos con facilidad, como la
migración femenina es notablemente superior a la masculina, registrada en el
año 2001.
En el
caso de las ciudades de Guayaquil y Quito, el índice migratorio femenino es del
55.9% vs: el índice masculino que corresponde al 44.1% de la población; sin
embargo el índice migratorio femenino dobla al opuesto en la ciudad de Cuenca
alcanza el 67% contra el 33% de migración masculina. Ello es indicativo
entonces que durante la segunda ola migratoria, muchos hogares experimentaron
la salida sin retorno de madres, hijas, hermanas y tías, figuras importantes no
solo para la estructura de la familia sino también para su funcionalidad.
ECONOMÍA Y MIGRACIÓN
La migración es un problema que como se afirmó previamente, atañe a psicólogos, sociólogos, antropolólogos y demás profesiones dada la amplitud que el problema tiene; su abordaje pude ir tanto en la dimensión de lo psicosocial como de lo socio-psicológico. El énfasis de ello dependerá de la centralidad y dirección que tenga el fenómeno a estudiarse o intervenirse. Más allá de las bondades del problema de la migración, en cuanto a la tendencia de incrementar las remesas de un país a otro, mejorando las condiciones de vida y capacidad adquisitiva de algunas familias, para algunos teóricos, la migración es un reflejo y tiene su origen en un circulo caótico del modelo económico neoliberal.
Para la economía clásica las fuerzas
del mercado expresadas en la ley de la oferta y la demanda, marcadas con más
fuerza cada día, en las conversaciones familiares, de vecindad o laborales, y
en los medios de comunicación masiva, explican el acontecer económico de un
país. Temas como el alto costo de la vida, la poca capacidad de ingreso, el
bajo poder adquisitivo del dinero, el precio del petróleo, la baja calidad de
la educación pública, la escasez de vivienda y de fuentes de trabajo, dan clara
referencia del tema[16].
Noriega Fernando (2006), un postulado
de la teoría neoclásica señala que los salarios reales crecen, por encima de la
productividad del trabajo y causan inevitablemente el aumento del desempleo,
fenómeno que marcará el inicio de una serie de acciones por parte de los
sujetos, a fin de reducir su impacto en sus sistemas de vida. Cuando este
fenómeno hace su aparición en sociedades como las nuestras, ello directamente
nos lleva a un nuevo fenómeno: el trabajo informal que consolida de apoco el
resquebrajamiento del tejido social.
El gran
postulado de la economía tradicional de disminuir los salarios como medida para
elevar los niveles de empleos e inhibir un vicio de cualquier economía como lo
es la inflación, ha provocado una secuela de desgracias en las economías de la
región. Estas medidas no han sido malas en sí mismas sino que también infaustas
ocasionando secuelas a nivel de desempleo involuntario, pobreza creciente y
extrema, la expansión de la informalidad, la violencia y el crimen organizado
así como también la migración ilegal y masiva[17].
MARCO CONSTITUCIÓNAL
FAMILIA,
SALUD Y MIGRACIÓN
La carta constitucional que rige al Estado ecuatoriano aprobada mediante consulta popular y puesta en vigencia en el año 2008, recoge de manera específica cinco articulados de ley a favor de la familia y cinco mas también relacionados con la salud. Los cuales no solo que orientan el trabajo de los gobiernos locales o centrales con vinculación al tema, sino que también expresa la concepción, importancia y responsabilidad social con que en el ecuador se debe entender y atender a la familia ecuatoriana[18].
De
acuerdo a la carta constitucional, se debe reconocer a la familia como la
cédula fundamental de la sociedad cuyo mandato exige ofrecer las mejores
condiciones para su desarrollo, las mismas que deben según el espíritu de la
normativa, favorecer de manera integral la consecución de los fines como grupo
social primario a la que la ley reconoce vínculos jurídicos o de hecho basada
en la igualdad de derechos y oportunidades a sus integrantes.
Los
énfasis de la ley en este capítulo, son puestas en el matrimonio, la maternidad
y el haber familiar, declarando el apoyo a las mujeres jefas de hogar, promoviendo
la igualdad de derechos, obligaciones y capacidad legal de los cónyuges o
pareja. No cabe la menor duda que tal declaración surge una doble de la
realidad que afecta a los distintos hogares en el territorio nacional, esto es
el por la salida voluntaria de uno de los cónyuges a otro hogar o como
consecuencia de una orden judicial por efecto violencia intra-doméstica.; en
tanto otro de los fenómenos sociales que motivó tal declaración obedece al fenómeno
migratorio[19].
El Estado ecuatoriano también garantizará el
derecho a la salud, su promoción y protección, por medio del desarrollo de la
seguridad alimentaria, la provisión de agua potable y saneamiento básico, el
fomento de ambientes saludables en lo familiar, laboral y comunitario, y la
posibilidad de acceso permanente e ininterrumpido a servicios de salud,
conforme a los principios de equidad, universalidad, solidaridad, calidad y
eficiencia[20].
El índice poblacional a nivel mundial con relación a la población que vive temporal o permanentemente, fuera de su territorio equivale al 2.9% de la población total de un país. Esto hecho convierte a las personas que se encuentran bajo esta situación en sujetos vulnerables, en razón del menoscabo de sus derechos fundamentales, situación que se extiende a los familiares de origen así como también a sus nuevas generaciones[21].
Aunque no existen muchos datos ni
fuentes para determinar o establecer con precisión el grado real del impacto psicosocial
en términos de daño que el proceso migratorio ocasiona en nuestra sociedad, ni
sus actores directos o en sus familias, a estas alturas esa dinámica se ha
vuelto una realidad que lacera convirtiéndose cada vez más en una prioridad de
importancia para la salud. En este
sentido tampoco existen muchos artículos en la literatura científica o estudios serios que puedan
indicar que tan de inmediato se afecta la salud psicológica en las personas viven
en condición de migrantes; es relevante indicar, que en esa problemática planteada,
existe una condición muy limitante, que
impide todo intento de poder conocer la verdadera dimensión de salud del
migrante y que impide en la realidad abordar de manera firme por cuanto muchos
de ellos (hablando de los migrantes) operan clandestinamente en su nuevo
territorio o espacios de asentamiento, en especial los indocumentados situación
que puede durar por varios años, es este el hecho que tiende a dar
invisibilidad dramáticamente al problema.
Como se ha comentado anteriormente el
proceso básico para el mantenimiento de la salud mental del migrante, arranca
con el proceso adaptativo a las nuevas experiencia y situaciones de existencia
del que debe enfrentar; dicho proceso en si mismo resulta ser altamente
complejo en tanto inicia desde antes de su partida es decir desde la etapa
preparatoria que ya genera las primeras manifestaciones poco saludables, entendidas
como preocupaciones e intranquilidades menores vinculadas con la partida y la
necesidad de reorganización familiar que deberá producirse y que en concreto
esta fase demanda; las otras dos siguientes etapas que se estructuran al
entorno del migrante las constituyen: el acto
de la migración (la salida del viajero) y la post migración; las mismas
que tienen apareada a su presentación muchas más condiciones no saludables.
Más allá del problema de decidir o
viajar, el verdadero proceso de padecimientos de los migrantes, inicia con la
búsqueda del asentamiento residencial, esto implica insertarse en toda una gama
de riesgos psicosociales en un medio que le resulta extraño y adverso en
ocasiones, medio en al que deben afrontar a cualquier costo.
Aspectos como el descenso de un
estatus socioeconómico, la falta de reconocimiento en el extranjero, la falta
de calificación, el distanciamiento con las redes sociales de apoyo, la falta
de soporte, la discriminación, las barreras idiomáticas en algunos casos, el
desempleo, el desarraigo, la incertidumbre cotidiana y sumado a esto la
dificultad o el impedimento a acceder a servicios de salud, entre otros, sin
duda que son verdaderos componentes de riesgo de afección a la salud en general
y a la psicológica en particular, la cual seguirá siendo un enigma durante
mucho tiempo, dada la naturaleza de su problema es decir su invisibilidad (Lema
2003; Kistiansen, Mygind y Krasnik 2007)[22]
Sánchez Jeannette (2004)[23]
plantea que el problema migratorio ha dejado bien marcado dos grandes ejes de
impacto social, según ella y en base a los datos de prensa escrita recogidos en
esa época; propone como un eje de los indicadores macroeconómicos como una de las
grandes bondades que genera el recibir las remesas del extranjero, este como
aspecto positivo; mientras que como otro indicador de impacto visto como
negativos hace referencia al incremento de conflictos en el plano de la
conducta de niños, adolescentes y jóvenes, costo que muchas veces las remesas
no alcanzan a justificar y resolver . En este sentido y a manera de rubro negativo,
también de debe integrar a criterio de la investigadora, eventos sociales tales
como desorganización familiar y toda su líneas de derivación entre las que se
destacan aspectos como violencia doméstica, problemas de consumo de sustancias
ilegales y abuso de las legales, entre otros aspectos.
Aunque el ingreso de remesas de emigrantes
del extranjero al país llegó a ser uno de los más fuertes entradas que recibía
la economía ecuatoriana, hasta el año 2006, este indicador que de apoco fue
decayendo a consecuencia de los problemas económicos mundiales y de la caída de
los mercados internacionales; las primeras manifestaciones ligadas a este problema
se comenzaron a percibir desde el año 2007 en nuestro territorio, donde estos
ingresos se deprimen en alrededor de un 9.4%, teniendo un descenso más agudo
para el año 2008, alcanzando un indicador del 22%, realidad que castiga
socialmente a toda la población, pero de manera particular a la capacidad
adquisitiva de las familias beneficiadas por este fenómeno social, que vieron
restringidas significativamente sus condiciones de existencia al extremo que
algunas de esas familias se vieron en la necesidad de enviar dinero a sus
familiares emigrantes para ayudarlos a sostener; una verdadera paradoja económico
socio-familiar.
Sin embargo y en relación al análisis
con el que iniciamos en la primera parte del tema, este eje al que por razones
de bonanza económica para las familias llamamos positivo, caracterizado por el
envío de importantes cantidades de dinero a sus familiares, en la actualidad hoy
ha variado sustancialmente. Tal y como lo afirmara en el párrafo anterior y dado
su nivel de impacto en la macroeconomía
nacional que se encuentra a la baja, este rubro ha dejando de tener el efecto
protector, como condición de desarrollo familiar asi como de seguridad; mientras
que el segundo eje visto como rubro negativo ha incrementado tal condición cuya
manifestación ha sumergiendo a las familias en un mar de necesidades, de
carencias, limitaciones entre otros aspectos los cuales inciden directamente en
las relaciones anómalas familiares así como en el conjunto de sus vínculos e
interacciones, que se expresan en las condiciones de salud integral, también
deteriorada. Veamos algunos indicadores.
La serie de factores psicosociales
positivos o negativos con los que llegan a operar los migrantes desde la
cotidianidad de sus realidades, influirán con alguna novedad en el plano del
comportamiento como en el de su salud; así por ejemplo la tasa de esquizofrenia en
los recién llegados tienden a ser más altas en comparación con los migrantes
que llevan entre diez y doce años insertados en la realidad del país receptor.
Este fenómeno genera también otro tipo de marcadores relacionados con la salud
mental, así la ansiedad y la depresión y los trastornos adaptativos, han sido
reportados tanto para la emigración interna como externa; en esta línea también
quedan referidos los migrantes del medio rural al medio urbano, así como
jóvenes que cursan estudios en el extranjero (Bhugra, 2004).
Estudios epidemiológicos del tema
sobre el tema han estimado que alrededor del 27% de los cuadros patológicos con
que debutan los emigrantes, corresponden a alguna patología psicótica; el 14%
de definen como trastornos afectivos y solo un 5% hace referencia a pacientes
migrantes que abusan de algún tipo de sustancias (Martínez y Martínez, 2006).
El Centro de Salud Mental transcultural de Australia indica la propensión así
como las dificultades que experimentan las mujeres, como hecho de riesgo sobre
la salud en contraste con la de los varones que en mucho menor; esto obedece
según esos expertos, a los acontecimientos vitales, al aislamiento social, a la
violencia o alguna forma de abuso, a la violencia infantil o doméstica y a la
transgresión de sus roles como madres o cuidadoras (De Sousa, 2004).
Es entonces una realidad la propensión
a la afección de la salud mental a la que se ven expuestos los y las migrantes,
los párrafos anteriores dan cuenta de configuraciones sindrómicas o patógenas
que en concordancia con ciertos factores psicosociales asociados a su situación
migratoria, pueden afectar su salud psicológica y social, configurando
temporalmente trastornos en su comportamiento y/o en su personalidad, cuyo
debut hablando de las entidades clínicas, a la larga puede significar el
establecimiento de una afección de su status mental más duradera. Sin embargo aunque
las estadísticas revelan la baja incidencia de esos trastornos si las
comparamos con relación, a la cantidad de personas que viven como migrantes en
el mundo, tales casos resultarían pocos significativas si se quiere verlo así; sin
embargo en realidad y de cara al problema que nos ocupa, existen muchas otras
formas de impactar la salud integral, de los migrantes que se puede extender
inclusive a su familia estén o no en condición de migrantes también, estas formas
de afección constituyen verdaderas condiciones generadoras estatus insalubres,
evidenciados en otras formas de afección y malestar subjetivo.
[1] Delgado Paz Yadiarys; Estudio sobre el impacto psicosocial del proceso
migratorio de hijos adultos en padres con elevado compromiso social; trabajo de
Diploma, Universidad de la Habana, facultad de Psicología, año 2007.
[2] Martín Fernández Consuelo; Las migraciones externas desde un enfoque
Psicosocial: conferencia dictada en el Congreso nacional de Psiquiatría de la
Asociación Mundial de Psiquiatría; La Habana, 2006
[3] Organización Mundial de la Salud; Índices estadísticos de salud de la
familia; informe de un grupo de expertos de la OMS; 1976; serie de informes
técnicos 587.
[4] Logroño Constanza y otros; El papel del psicólogo en la salud pública;
Psicología y Salud, julio a diciembre; volumen 16, número 002; Universidad
Veracruzana, México 2006
[5] OMS; quinta conferencia mundial de promoción de la salud; promoción de
la salud hacia una mayor equidad; ciudad de México, 5 – 9 de junio de 2000
[6] Modelo principal de ingresos de divisas para el país, caracterizado
por la producción agrícola serrana y
costeña para la exportación y consumo interno.
[7] Nota de autor: cinturón de pobreza, formados asentamientos de familias
campesinas serranas y costeñas con
predominancia de las provincias de Manabí, Esmeraldas, Bolívar y Chimborazo.
[8] Macías Peña W.; Problemas Socioeconómicos del Ecuador; edit.
Ecua-textos 2da. Reimpresión, 1984
[9] Macías Peña W. Op. Cit
[10] Uquillas. C. A; El fracaso del neoliberalismo en el Ecuador y
alternativas frente a la crisis; año 2007;
Edición electrónica
gratuita. Texto completo en www.eumed.net/libros/2007c/313/
[11] N.T.: La
literatura ecuatoriana tiene en su haber dos grandes joyas clásicas, las mismas
que relatan los problemas sociales de la época: “el éxodo de Yangana” de Angel
Felicísimo Rojas y “a la Costa” de Luis
Martínez; las obras señaladas describen con lujo de detalle la injusticia, la
desigualdad y contradicciones sociales.
[12]http://www.explored.com.ec/noticias-ecuador/unicef-el-p
ais-tiene-unos-700-mil-ninos-trabajadores-169775-169775.html
[13] Macías Peña W.
Op cit.
[14] Brad Jokisck, citado por Chiriboga Zambrano Galo; El fenómeno
migratorio en Ecuador; breves reflexiones sobre sus causas e impacto; 2006
[15] Calvento, Mariana.: (2007) Profundización de la Pobreza
en América Latina. El caso de Argentina 1995 -1999, Edición electrónica
gratuita. Texto completo en www.eumed.net/libros/2007a/252/
[16] Noriega Ureña Fernando; Economía para no Economistas; Universidad de
Guayaquil, Facultad de Ciencias Económicas, edición Ecuador, año 2008, Pag 39.
[17] Noriega Ureña Fernando. Op cit. Pag. 88.
[18] http://www.tribunalconstitucional.gov.ec/constitucion.pdf
[19] http://www.tribunalconstitucional.gov.ec/constitucion.pdf
[20] Asamblea Nacional Constituyente; Constitución Política de la República
del Ecuador; año 1998 art. 42
[21] Migración y
salud mental y disfunción familiar, impacto
socioemocional en la familia del indígena Oaxaqueño migrante.
[22] Citado por Aguilar Morales y colec; Migración, salud mental y
disfunción familiar, 2008, Mexico DF.
[23] Sánchez
Jeannette; Migración, desplazamiento forzado y refugio; revista aportes
Andinos, año 2004
0 comentarios:
Publicar un comentario