lunes, 21 de mayo de 2012

MIGRACIÓN: UNA MIRADA HISTÓRICA

 EMIGRACIÓN:
                         CONSIDERACIONES IMPORTANTES                                                    
                                                   Dr. Carlos López Haz                                                                                 


         A lo largo de la historia universal de la humanidad se encuentran registrados múltiples hechos relacionados a movimientos migratorios masivos así como procesos migratorios individuales; ellos han tenido dos característica en común, la primera de ellas es que siempre el acto de emigrar, traerá un impacto en el mundo psíquico del migrante que se expresa en el cambio de sus costumbres y modos de vida, que inducirá el cambio de su sentido psicológico, con el que operará en la colectividad en la que se encuentre, mientras que la segunda característica se configura en torno a las fuertes determinantes “sociales” de desventaja que justificaron de alguna manera el acto emigrar y que se actualizan y agravan en el nuevo escenario social donde encuentre.

            Una concepción antigua que de alguna manera está vigente aún, sobre el tema migratorio, lo podemos encontrar en la postura de los cínicos y de los estoicos, para quienes el exilio como figura migratoria, estaba considerado como un hecho positivo, con lo cual, este fenómeno tomaba un carácter, innovador, de oportunidad, de búsqueda y de aventura, generado por el abandono del viejo contexto social del cual partía así como la oportunidad cultural al cambio ofrecido por un nuevo sistema[1]. Una segunda postura y que va en dirección contraria a la primera, radica en considerar el exilio como pérdida o una forma de desarraigo que afecta a la capacidad organizativa y de asimilación adecuadamente a eventos adversos del nuevo estatus, que afectan la regulación individual o social del migrante, así como su salud.

            En esa línea diremos entonces que la migración como fenómeno social, es abordada desde diferentes ángulos así como también de diferentes disciplinas de la ciencia, las mismas que intentan responder a las heterogéneas condiciones, necesidades y requerimientos que ella, es decir la migración en si mismo genera. En especial aquellos fenómenos más visibles como los económicos-políticos, los étnicos-culturales entre otros; sin embargo y muy a pesar de tales esfuerzos, existe un agente derivado en línea directa de tal fenómeno social, que no ha sido muy atendido y que se relaciona  con la salud integral cuyo concepto aglutina a la salud  de la familia[2].

            Al respecto es importante señalar que dada la trascendencia que tiene el binomio salud –Familia, para finales de la década de los años setenta, la Organización Mundial de la Salud, reúne un comité de expertos, para argumentar el rol que tiene y ocupa la familia en el plano de la salud, así como para proponer indicadores de análisis que sirvan funcionalmente para señalar el estado de la salud familiar a nivel planetario[3].

            La agenda para la promoción, fomento y desarrollo de la salud ha sido intensa, en ello ha puesto su empeño tanto la Organización Mundial de la Salud y como la Organización Panamericana de la Salud; al respecto los énfasis se han circunscrito a mejorar las condiciones de la salud pública, pero siempre centradas a lo individual, esto significa entonces privilegiar la prevención  de las dolencias, discapacidades, para prolongar la vida[4].

Sin embargo y a pesar de los esfuerzos en Alma-Ata en el año setenta y ocho por declarar la salud para todos, no se alcanza a visibilizar y menos a declara la importancia de la salud familiar; es para el año dos mil y con motivo de celebrarse V Conferencia mundial de salud preventiva en la ciudad de México, para evaluar el cumplimiento de la propuesta de realizada por la OMS en Alma –Ata, es que se insiste a los países participantes, a reorientar la atención de salud enfatizando a la familia y al establecimiento de política que las fortalezcan en este sentido.

            A partir de la postura conocida como la declaración de México, es donde por primera vez se visibiliza el binomio familia – salud, declaración que toma por ello un grado de importancia para el tema; la OMS el 7 de junio en la sesión plenaria D, propone la estrategia de las escuelas promotoras de la salud, y el programa de salud familiar cuyo slogan indicaba “la salud empieza por casa”, dicha declaración en realidad aún se encuentra en deuda con relación a la familia y su salud[5].

             Louró Isabel (2004) señala que sobre la base de la información obtenida de la relación salud - familia, el subcomité de planificación de la Organización Panamericana de la salud, plantea que muy a pesar de la posición fundamental que ocupa la familia en la sociedad, no suele estudiársela a ella desde el punto de vista de la salud pública, de ahí que la interrelación compleja existente entre la familia y la salud, está mal documentada y mal percibida.

           Martín Consuelo (2006) ampliando la postura también suma su opinión al afirmar que en la sociedad concreta es poco común encontrar en el abanico de sus problemas sociales, la preocupación sobre la salud mental de los protagonistas que tienen vinculación directa e indirecta con el movimiento migratorio; por ello, en los ámbitos de la Psicología y la Psiquiatría se abre un nuevo espacio para el abordaje profesional de este silencioso problema, el cual debe ser abordado desde una mirada psicosocial.

                 
                                                      UN PROBLEMA REAL
UN PROBLEMA PSICO-SOCIAL

           No deja de ser una realidad dura y lacerante para sociedades como las nuestras, encontrar en sus registros grandes masa migratorias de sus ciudadanos y ciudadanas a otros países en busca de mejores condiciones de vida, de oportunidades, desarrollo o de éxito; percibido así por quienes animados a dejar su lugar de nacimiento y residencia, con todas las implicaciones que esto trae, migran a otros lugares, abanando con ello su historia, su cultura, su modo de existencia y por sobre todo a su familia.

          La necesidad sentida por este grupo de personas por lograr grandes sueños y metas es tan alta, que no importa pagar los alto costos que demanda tal acto, decisión que traerá, de manera inmediata la reducción de sus derechos, la restricción de comodidades, la pérdida tranquilidad, la restricción de su seguridad social y física, así como el distanciamiento de su grupo inmediato o primario, afecciones en el plano de la salud  y en casos extremos su propia muerte. Es la migración entonces un fenómeno serio de orden psicosocial que explica por sí solo el proceso de obnubilación y alienación social, que experimentan esos ciudadanos y ciudadanas, para no valorar objetivamente cualquier tipo de pensamiento y razonamiento lógico, sobre los riesgos, penurias y vicisitudes que el periplo atañe, así como la imposibilidad de analizar con profundidad los pro y contras de los cambios drásticos que esa decisión generará en su entorno y en su vida.

          Los efectos psicológicos y sociales negativos producidos por la migración, son en muchos casos incalculables, algunos de esos problemas se presentan a corto y a mediano plazo en el sujeto que emigra, como en aquellos otros sujetos que se quedan; al presentarse los cambios en la calidad y modo de vida, estos se experimentan de manera objetiva y subjetiva, así como en las condiciones de existencia de muchos de ellos. Cambios que se traducirán en francos deterioros de su salud, así como, de los procesos de desregulación tanto interna como externa, que se evidenciarán indefectiblemente en la conducta social, moral de los más vulnerables y sobre todo la presión marcada en sus vínculos afectivos, que traerá graves costos en cuanto a salud familiar.

                           EL MODELO SOCIAL ECUATORIANO EN CRISIS
                 MIGRACIÓN INTERNA Y MODELO AGROEXPORTADOR

          Más allá del problema de fugas de talentos, de pérdida de fuerza laboral joven, de la pérdida de profesionales, del abandono de los campos, de la salida o fuga de mano de obra calificada; existen otra serie de problemas psicosociales desencadenados por este no tan nuevo tema socio-psicológico de impacto mundial, como lo es la migración, pero que sin duda pasa la factura en el plano socio-familiar más alta a sociedades frágiles como las sudamericanas, cuyo procesos de enajenación y dominación ideológica burguesa es la base de dicha alienación y alienta el acto migratorio.

            En el Ecuador la historia migratoria se debe ubicar en dos grandes momentos, el primero de ellos vincula con el paso del modelo agro-exportador[6] al modelo petrolero; este hecho a mas de generar riquezas al país, también posibilitó el desarrollo y primer fortalecimiento del sector industrial, tal hecho conllevó a la generación de los primeros asentamientos populares en la periferia de la ciudad y justo alrededor de las fábricas[7]. Tales asentamientos llamados en la época “los cinturones de la pobreza”, lo constituyeron grupos familiares llegados desde el interior del país; esté primer éxodo se caracterizó por ser masivo y por lo general implicaban a todo el grupo familiar, estos grupos conformaban sus propios asentamientos, poniendo de moda otro problema social para la época “las invasiones” de tierras privadas, inactivas y desocupadas en la periferia de la ciudad.

            Tal dinámica traería un fenómeno muy especial y complejo, toda una generación sincrética que no solamente quedó circunscrita a las formas de expresión religiosas de tales grupos, sino que avanzó a la interpenetración de culturas y de modelos de existencia de estos conglomerados humanos. Sincretismo que no se concreta o reduce a lo ideológico religioso de esos sujetos, sino que a toda la subjetividad cultural de ellos expresándose en cambios radicales de sus modos y estilos tradicionales de vida.

             Así por ejemplo se modificaron formas de vestir, estilos de comunicación, costumbres alimenticias, formas de comportamiento social, estilos de seducción, conducta sexual y modos relacionales familiares, entre otros aspectos, que a todas luces indicaban en la época un cambio en la estructura psíquica  y personológica de tales actores y de la sociedad en sí misma, que explica suficientemente un cambio en la subjetividad, e intersubjetividad de los sujetos actores sociales del problema, direccionando a muchos de ellos francos procesos de inadaptación social, empujados también por la marginalidad sentida y las infra-condiciones de existencia, al carecer de servicios de básicos, seguridad social y pública, por ,lo menos hasta la llegada de los años noventa.

           Hasta la década del 40 en el Ecuador los productos exportados a gran escala correspondían al café y cacao, destacándose este último, dado su alta calidad, la que fue reconocida en el mercado mundial[8]. Aspecto que generó nos dieran el título gran cacao ecuatoriano a nuestro producto, hecho que además se generaliza en el proceso social interno, por el impacto que trajo a la economía interna y que a la vez se convierte en la metáfora social del gran cacao, para denotar a las personas y familias enriquecidas por esta actividad, así como también, para señalar en el vulgo a personas que tomaban posturas de importancia y nobleza sin tenerla.

           El gran auge bananero arrancaría a finales de la década del cuarenta y se extendería con fuerza hasta finales de los años sesenta; reinado mundial a consecuencia de la caída interna de la producción del cacao, caída que obedeció al daño masivo de plantaciones cacaoteras, debido a plagas y enfermedades de la fruta por un lado, mientras que a nivel mundial se dieron las condiciones para este hecho, debido a que los otros países productores de banano sufrieron el embate de los ciclones y plagas[9].

          Por ello dentro del modelo agro exportador se ubica el cacao como producto de exportación principal que fortalece los marcadores domésticos del producto interno bruto del país por aquella época, así como los capitales de los grandes productores y exportadores del mismo[10], generando paradójicamente más pobreza en los grupos familiares de campesinos dedicados a esta tarea. Un evento más alarmante lo constituye la aparición del banano, como producto relevo de exportación, al punto que dado los volúmenes de ventas e ingresos, fue denominado como el “oro verde”. 

          Este hecho marcaría significativamente la vida del país como la vida de las familias, pues aunque no mejoraría las condiciones de existencia de los campesinos, de alguna manera aseguraba algo de trabajo para el montubio y su familia y con ello su asentamiento territorial, esto en el sector de la costa. La explotación del “oro verde” traería apareado la explotación de las familias campesinas, cuyas consecuencias fueron costosas en salud para los trabajadores del campo, así como también los condenó a recibir miserables pagos por la fuerza laboral que ofrecían sus empleadores, situación que los condenaba tácita e ilegítimamente a emplearse como familias enteras a trabajar en dicha actividad, acto que significó la incorporación masiva de niños y niñas, al trabajo de las bananeras y el incremento el abandono escolar por un lado, mientras por otro el enriquecimiento de los productores de la fruta.

            Macias Peña (1983) la revolución liberal Juliana de 1895 encabezada por Don Eloy Alfaro Delgado, modificó radicalmente, la estructura social del país, aunque no mucho la estructura económica política. Pues a criterio del autor, los grupos de poder representado por la burguesía agro-comercial-bancaría, tenían la finalidad de controlar el modelo agro exportador mediante el ajuste de medidas económicas y jurídicas, que favorecieran por igual la exportación y la importación, robusteciendo a la burguesía local en su conjunto. Esta, es entonces, una de las razones por la que la producción de la costa, en aquella época, fuese dedicada exclusivamente a la exportación y a consecuencia de ello, el modelo de relaciones capitalistas no se desarrolla en la serranía ecuatoriana, impidiendo esta situación la capacidad de ampliación de su mercado de consumo interno.

           Este aspecto genera que en la sierra se mantengan las relaciones pre-capitalistas, favoreciendo un precario sistema feudal y así poder establecer jurídicamente restricciones a los campesinos serranos, para que no puedan abandonar las tierras, pues se hubiera tenido un éxodo más intenso y masivo a la costa, del que se tuvo en aquel momento a consecuencia de que en el litoral se podía obtener un salario más alto, en comparación a los salarios que pagaban las haciendas serranas.

           La presencia de un pequeño sector de trabajadores campesinos serranos en plantaciones costeñas, generaba el efecto económico aprovechado por los hacendados capitalistas, para abaratar la mano de obra en sus plantaciones de banano, debido al interés de los campesinos serranos migrados a esta parte de la región, para encontrar empleo a cualquier precio. El hecho de existir mayor demanda por trabajo que oferta de empleo en sí, establecía las mejores condiciones para la explotación laboral del momento, hecho que entre otros, configuró al modelo económico liberal, el cual generó un asentamiento de la injusticia social en el plano de lo económico, así como la agudización de las contradicciones regionalistas, entre los campesinos costeños y los serranos migrantes[11].    

              La tradición bananera se ha mantenido y aunque se ha tecnificado debido a la influencia del  modernismo, esta área laboral, no ha experimentado cambios en la situación del trato humano, la situación de salarios y la situación de seguridad social y salud. Esto es una realidad al punto que el año 2004, el fondo de las Naciones Unidas (Unicef), denuncia que en el ecuador, existían 700.000 niños y adolescentes, que laboraban en diversa actividades alejados de toda seguridad y protección social y laboral. En este sentido el mismo informe denuncia que de esa cantidad, ocho mil niños y niñas que incluye adolescentes, laboran para bananeras, empresas florícolas e incluso en la minería; lo sombroso de ello es que según la UNICEF algunos de ellos y ellas eran obligados a laboral; señala el dato que el cincuenta por ciento no recibe salario, a cambio solo la vivienda para su familia en la hacienda y la alimentación que solo incluye el almuerzo en días laborables[12].

                                LA TRANSICIÓN A LA INDUSTRIALIZACIÓN
                                           (el paso al modelo liberal)
         
            En la década de los sesenta se produce la transición del modelo agro-exportador al modelo de la industrialización asociada; los diferentes fenómenos sociales que se dan para la época y en especial la realidad política que vivía el país, conducen a la generación de un nuevo modelo empresarial, caracterizado por la participación e influencia de algunos estados capitalistas, que se disputan los mercados latinoamericanos, vistos como zonas francas de inversión por su elevada rentabilidad y en especial para inyectar sus dineros en calidad de préstamos, que luego significaría la subordinación de ese estado a los grupos internacionales de poder. Macías Peña (1983).

           En este grupo encontramos organizaciones transnacionales Alemanas, Holandesas, Italianas, Japonesas, que entrarían en la escena política económica en especial para competir y restar mercado a los Estados Unidos. Construido el camino para el establecimiento de las multinacionales y la internalización del capital, ahora la presión y necesidad se centraba cada vez de lograr producir con mano de obra barata a la vez de apoderarse de pequeños flujos de capital local o nativo, amparada en cartas constitucionales y regulaciones financieras arregladas o ajustadas para ese fin.

           Otro factor que induce este cambio es sin duda la oportunidad de vender tecnología a países como los nuestros, incapaces a la época de producirla, no solo por la desigualdad en la producción y desarrollo tecnológico, sino porque los países de primer mundo, mediante la apropiación y uso exclusivo del conocimiento, mediante el uso de patentes y licencias, que restringen muy significativamente el uso de esos recurso. Este factor generó el control absoluto de las tecnologías y por lo tanto el dominio de la producción laboral, situación que se concreta con la importación de maquinarias obsoletas como capital de inversión en centros laborales, que mas tarde constituirían verdaderos centros monopólicos[13].

         Otro factor relacionado al tema, tiene que ver con la compra de materia prima industrializada, necesaria para el proceso productivo, pues a la época, las empresas de producción e incluso las de servicios, tenían que adquirir el 93% de la materia prima y el 60% de bienes intermedio, eran importados. A claras se ve las estrategias de dominación del los países capitalista, realidad que se mantiene en ciertos aspectos en la actualidad.

          Para la década del setenta y con todo el escenario descrito en los párrafos anteriores, sumado al apoyo de gobiernos burgueses, rápidamente el proceso industrial crece y genera nuevas formas de empleo, que conlleva, a una fuerte migración interna, a las ciudades y el consecuente abandona de los campos. Proceso migratorio que genera movimientos masivos de familias que llegaron de las provincias de Manabí y Esmeraldas en la costa y de las provincias de Bolívar y Chimborazo de la sierra. Estas familias generaron los primeros asentamientos los mismos que se ubicaron alrededor de los complejos industriales formando lo que se denominaron verdaderos cinturones de pobreza.

         Este nuevo modelo económico–social desarrollador, sin duda a la postre se convertiría en la trampa que induciría a un marcado y acelerado empobrecimiento económico y moral de todas las familias, especialmente en aquellas asentadas en esos cordones miserables de pobreza, junto a grandes monstruos empresariales del momento. Este fenómeno fue sin duda uno de los efectos sociales de mayor impacto y a la vez el fenómeno más común generalizado en sur América, que empujaría masivamente a la primera oleada migratoria sin precedentes en la historia republicana del país. 

                              FLUJOS MIGRATORIOS EXTERNOS
      
           Históricamente hoy como se ha venido afirmando, los procesos migratorios en el Ecuador han existido desde siempre, sin embargo dentro de toda esa temporada migratoria que alcanza hasta nuestros días, se debe establecer y determinar la condición de flujo migratorio para diferenciarlo de los simples éxodos familiares; para ello la coincidencia dos indicadores resulta inevitable para alcanzar la connotación de flujo; primero la cantidad de personas migrantes y segundo el tiempo en que se inicia y culmina el grueso de ese movimiento, a la vez determina también condiciona el tamaño del flujo migratorio del que se habla; entonces podemos afirmar sin  temor a equívocos, que hemos tenido dos grandes momentos, los cuales han sido muy disímiles el uno del otro; sin embargo y a pesar de sus diferencia veremos en un breve análisis que introduciré, cómo ellos, como procesos han encontrado coincidencias caracterizando también su impactado en la esfera socio familiar de nuestra sociedad.

              La tasa migratoria según la dirección general de ecuatorianos residentes en el exterior, de la cancillería del Ecuador, afirma que el primer flujo de migrantes inicia en el año de 1951 concluyendo en el año de 1995; data que dura alrededor de cuarenta y cuatro años, alcanzando según cifras de la Cancillería cerca setecientos mil ciudadanos ecuatorianos que viajaron para los Estados Unidos preferentemente.

               Para este mismo organismo, lo que sería el segundo flujo migratorio arranca tres años después del cierre del primero, esto es en el año 1998 para cerrar de manera temprana en el año 2003. Su duración tomaría cinco años, es muy breve con relación al primer flujo de migrantes, descrito en el párrafo anterior; sin embargo como vemos este segundo flujo es tan igual en cantidad de personas migrantes que salieron del país pero con mayor impacto que el primero, a pesar de su corto tiempo de vigencia. Este proceso logra poner otros setecientos mil ecuatorianos, esta vez Europa como destino final preferentemente[14].

           Para tener una idea del tamaño de la primera oleada migratorio experimentada, diremos que esta se produce de manera lenta, crónica y paulatina durante sus 44 años de vigencia, poniendo en el exterior a 15.909 ecuatorianos por año; mientras que en la segunda oleada se caracterizó por ser veloz y aguda, cuya duración solo es de 5 años, logrando poner a 140.000 ecuatorianos por año.

             El intento de mantener al costo que fuese el modelo desarrollista (modelo de economía liberal) que experimentaba una crisis aguda y con ello a su fin, obligó a realizar algunos cambios ingeniosos que eviten la intervención del estado, direccionando acciones hacia la privatización, la descentralización y la focalización. Todas esas medidas lograron contener y concentrar grandes capitales de pocas familias en detrimento del reparto equitativo y justo que posibilite el desarrollo social, estábamos ante la presencia del modelo neo liberal (Calvento M. 2007).

            Para el año noventa, época en la cual se produce el segundo flujo migratorio, se registran dos cientos millones de pobres a nivel mundial, paradójicamente algunas de las economías Latinoamericanas, registran un crecimiento moderado; sin embargo este hecho no alcanza a revertir o reducir los índices de pobreza alcanzados por algunos de los países del cono sur; así la injusticia social, la pobreza y la desigualdad continuaban incrementando los  marcadores sociales de riesgo, especialmente en países como: Ecuador, Perú, México, Nicaragua, Venezuela y El Salvador[15]. Crisis del modelo neo liberal  sería una de las responsables de empujar la migración externa y que explica con suficiencia, el abandono masivo de ecuatorianos a Europa que para la época, tenía políticas migratorias flexibles.

                        IMPACTO SOCIAL DEL FLUJO MIGRATORIO

           Los últimos sesenta años de vida Republicana testifican fielmente como los flujos migratorios han ido variando de acuerdo a las diferentes condiciones y políticas para los inmigrantes impuestas por los países que los acogen; tanto es así que eso incide por ejemplo en edades, sexo, habilidades y destrezas entre otros factores.

              Un fenómeno alineado a la migración y surgido en especial en esta segunda oleada, sin duda que es el engrosamiento de la mujer migrante. Para el primer momento migratorio las diferencias estadísticas ponían a las mujeres levemente por debajo de la cantidad de hombres inmigrantes. Es en la década de los años noventa es cuando la migración masculina, toma una pequeña distancia  con relación a la femenina, en especial por la migración que proviene de la sierra en particular las zonas sur del Austro.

             Según el censo de población y vivienda realizado en el año 2001, los hombres migran más que las mujeres sin embargo esta relación varían si analizamos la migración actual de ecuatorianos, en las tres ciudades principales como Guayaquil, Quito y Cuenca. Al mirar las cifras migratorias observaremos con facilidad, como la migración femenina es notablemente superior a la masculina, registrada en el año 2001.

             En el caso de las ciudades de Guayaquil y Quito, el índice migratorio femenino es del 55.9% vs: el índice masculino que corresponde al 44.1% de la población; sin embargo el índice migratorio femenino dobla al opuesto en la ciudad de Cuenca alcanza el 67% contra el 33% de migración masculina. Ello es indicativo entonces que durante la segunda ola migratoria, muchos hogares experimentaron la salida sin retorno de madres, hijas, hermanas y tías, figuras importantes no solo para la estructura de la familia sino también para su funcionalidad.  

                                         ECONOMÍA Y MIGRACIÓN

            La migración es un problema que como se afirmó previamente, atañe a psicólogos, sociólogos, antropolólogos y demás profesiones dada la amplitud que el problema tiene; su abordaje pude ir tanto en la dimensión de lo psicosocial como de lo socio-psicológico. El énfasis de ello dependerá de la centralidad y dirección que tenga el fenómeno a estudiarse o intervenirse.  Más allá de las bondades del problema de la migración, en cuanto a la tendencia de incrementar las remesas de un país a otro, mejorando las condiciones de vida y capacidad adquisitiva de algunas familias, para algunos teóricos, la migración es un reflejo y tiene su origen en un circulo caótico del modelo económico neoliberal.

             Para la economía clásica las fuerzas del mercado expresadas en la ley de la oferta y la demanda, marcadas con más fuerza cada día, en las conversaciones familiares, de vecindad o laborales, y en los medios de comunicación masiva, explican el acontecer económico de un país. Temas como el alto costo de la vida, la poca capacidad de ingreso, el bajo poder adquisitivo del dinero, el precio del petróleo, la baja calidad de la educación pública, la escasez de vivienda y de fuentes de trabajo, dan clara referencia del tema[16].    
             Noriega Fernando (2006), un postulado de la teoría neoclásica señala que los salarios reales crecen, por encima de la productividad del trabajo y causan inevitablemente el aumento del desempleo, fenómeno que marcará el inicio de una serie de acciones por parte de los sujetos, a fin de reducir su impacto en sus sistemas de vida. Cuando este fenómeno hace su aparición en sociedades como las nuestras, ello directamente nos lleva a un nuevo fenómeno: el trabajo informal que consolida de apoco el resquebrajamiento del tejido social.

            El gran postulado de la economía tradicional de disminuir los salarios como medida para elevar los niveles de empleos e inhibir un vicio de cualquier economía como lo es la inflación, ha provocado una secuela de desgracias en las economías de la región. Estas medidas no han sido malas en sí mismas sino que también infaustas ocasionando secuelas a nivel de desempleo involuntario, pobreza creciente y extrema, la expansión de la informalidad, la violencia y el crimen organizado así como también la migración ilegal y masiva[17].

                                         MARCO CONSTITUCIÓNAL
     FAMILIA, SALUD Y MIGRACIÓN

             La carta constitucional que rige al Estado ecuatoriano aprobada mediante consulta popular y puesta en vigencia en el año 2008, recoge de manera específica cinco articulados de ley a favor de la familia y cinco mas también relacionados con la salud. Los cuales no solo que orientan el trabajo de los gobiernos locales o centrales con vinculación al tema, sino que también expresa la concepción, importancia y responsabilidad social con que en el ecuador se debe entender y atender a la familia ecuatoriana[18].

             De acuerdo a la carta constitucional, se debe reconocer a la familia como la cédula fundamental de la sociedad cuyo mandato exige ofrecer las mejores condiciones para su desarrollo, las mismas que deben según el espíritu de la normativa, favorecer de manera integral la consecución de los fines como grupo social primario a la que la ley reconoce vínculos jurídicos o de hecho basada en la igualdad de derechos y oportunidades a sus integrantes.

              Los énfasis de la ley en este capítulo, son puestas en el matrimonio, la maternidad y el haber familiar, declarando el apoyo a las mujeres jefas de hogar, promoviendo la igualdad de derechos, obligaciones y capacidad legal de los cónyuges o pareja. No cabe la menor duda que tal declaración surge una doble de la realidad que afecta a los distintos hogares en el territorio nacional, esto es el por la salida voluntaria de uno de los cónyuges a otro hogar o como consecuencia de una orden judicial por efecto violencia intra-doméstica.; en tanto otro de los fenómenos sociales que motivó tal declaración obedece al fenómeno migratorio[19].     

              El Estado ecuatoriano también garantizará el derecho a la salud, su promoción y protección, por medio del desarrollo de la seguridad alimentaria, la provisión de agua potable y saneamiento básico, el fomento de ambientes saludables en lo familiar, laboral y comunitario, y la posibilidad de acceso permanente e ininterrumpido a servicios de salud, conforme a los principios de equidad, universalidad, solidaridad, calidad y eficiencia[20].

          
                                   MIGRACIÓN Y SALUD MENTAL

             El índice poblacional a nivel mundial con relación a la población que vive temporal o permanentemente, fuera de su territorio equivale al 2.9% de la población total de un país. Esto hecho convierte a las personas que se encuentran bajo esta situación en sujetos vulnerables, en razón del menoscabo de sus derechos fundamentales, situación que se extiende a los familiares de origen así como también a sus nuevas generaciones[21].  

          Aunque no existen muchos datos ni fuentes para determinar o establecer con precisión el grado real del impacto psicosocial en términos de daño que el proceso migratorio ocasiona en nuestra sociedad, ni sus actores directos o en sus familias, a estas alturas esa dinámica se ha vuelto una realidad que lacera convirtiéndose cada vez más en una prioridad de importancia para la salud.  En este sentido tampoco existen muchos artículos en la literatura  científica o estudios serios que puedan indicar que tan de inmediato se afecta la salud psicológica en las personas viven en condición de migrantes; es relevante indicar, que en esa problemática planteada, existe una condición  muy limitante, que impide todo intento de poder conocer la verdadera dimensión de salud del migrante y que impide en la realidad abordar de manera firme por cuanto muchos de ellos (hablando de los migrantes) operan clandestinamente en su nuevo territorio o espacios de asentamiento, en especial los indocumentados situación que puede durar por varios años, es este el hecho que tiende a dar invisibilidad dramáticamente al problema.

              Como se ha comentado anteriormente el proceso básico para el mantenimiento de la salud mental del migrante, arranca con el proceso adaptativo a las nuevas experiencia y situaciones de existencia del que debe enfrentar; dicho proceso en si mismo resulta ser altamente complejo en tanto inicia desde antes de su partida es decir desde la etapa preparatoria que ya genera las primeras manifestaciones poco saludables, entendidas como preocupaciones e intranquilidades menores vinculadas con la partida y la necesidad de reorganización familiar que deberá producirse y que en concreto esta fase demanda; las otras dos siguientes etapas que se estructuran al entorno del migrante las constituyen: el acto  de la migración (la salida del viajero) y la post migración; las mismas que tienen apareada a su presentación muchas más condiciones no saludables.

              Más allá del problema de decidir o viajar, el verdadero proceso de padecimientos de los migrantes, inicia con la búsqueda del asentamiento residencial, esto implica insertarse en toda una gama de riesgos psicosociales en un medio que le resulta extraño y adverso en ocasiones, medio en al que deben afrontar a cualquier costo.

             Aspectos como el descenso de un estatus socioeconómico, la falta de reconocimiento en el extranjero, la falta de calificación, el distanciamiento con las redes sociales de apoyo, la falta de soporte, la discriminación, las barreras idiomáticas en algunos casos, el desempleo, el desarraigo, la incertidumbre cotidiana y sumado a esto la dificultad o el impedimento a acceder a servicios de salud, entre otros, sin duda que son verdaderos componentes de riesgo de afección a la salud en general y a la psicológica en particular, la cual seguirá siendo un enigma durante mucho tiempo, dada la naturaleza de su problema es decir su invisibilidad (Lema 2003; Kistiansen, Mygind y Krasnik 2007)[22]

              Sánchez Jeannette (2004)[23] plantea que el problema migratorio ha dejado bien marcado dos grandes ejes de impacto social, según ella y en base a los datos de prensa escrita recogidos en esa época; propone como un eje de los indicadores macroeconómicos como una de las grandes bondades que genera el recibir las remesas del extranjero, este como aspecto positivo; mientras que como otro indicador de impacto visto como negativos hace referencia al incremento de conflictos en el plano de la conducta de niños, adolescentes y jóvenes, costo que muchas veces las remesas no alcanzan a justificar y resolver . En este sentido y a manera de rubro negativo, también de debe integrar a criterio de la investigadora, eventos sociales tales como desorganización familiar y toda su líneas de derivación entre las que se destacan aspectos como violencia doméstica, problemas de consumo de sustancias ilegales y abuso de las legales, entre otros aspectos.

              Aunque el ingreso de remesas de emigrantes del extranjero al país llegó a ser uno de los más fuertes entradas que recibía la economía ecuatoriana, hasta el año 2006, este indicador que de apoco fue decayendo a consecuencia de los problemas económicos mundiales y de la caída de los mercados internacionales; las primeras manifestaciones ligadas a este problema se comenzaron a percibir desde el año 2007 en nuestro territorio, donde estos ingresos se deprimen en alrededor de un 9.4%, teniendo un descenso más agudo para el año 2008, alcanzando un indicador del 22%, realidad que castiga socialmente a toda la población, pero de manera particular a la capacidad adquisitiva de las familias beneficiadas por este fenómeno social, que vieron restringidas significativamente sus condiciones de existencia al extremo que algunas de esas familias se vieron en la necesidad de enviar dinero a sus familiares emigrantes para ayudarlos a sostener; una verdadera paradoja económico socio-familiar.

              Sin embargo y en relación al análisis con el que iniciamos en la primera parte del tema, este eje al que por razones de bonanza económica para las familias llamamos positivo, caracterizado por el envío de importantes cantidades de dinero a sus familiares, en la actualidad hoy ha variado sustancialmente. Tal y como lo afirmara en el párrafo anterior y dado su  nivel de impacto en la macroeconomía nacional que se encuentra a la baja, este rubro ha dejando de tener el efecto protector, como condición de desarrollo familiar asi como de seguridad; mientras que el segundo eje visto como rubro negativo ha incrementado tal condición cuya manifestación ha sumergiendo a las familias en un mar de necesidades, de carencias, limitaciones entre otros aspectos los cuales inciden directamente en las relaciones anómalas familiares así como en el conjunto de sus vínculos e interacciones, que se expresan en las condiciones de salud integral, también deteriorada. Veamos algunos indicadores.

              La serie de factores psicosociales positivos o negativos con los que llegan a operar los migrantes desde la cotidianidad de sus realidades, influirán con alguna novedad en el plano del comportamiento como en el de su salud;  así por ejemplo la tasa de esquizofrenia en los recién llegados tienden a ser más altas en comparación con los migrantes que llevan entre diez y doce años insertados en la realidad del país receptor. Este fenómeno genera también otro tipo de marcadores relacionados con la salud mental, así la ansiedad y la depresión y los trastornos adaptativos, han sido reportados tanto para la emigración interna como externa; en esta línea también quedan referidos los migrantes del medio rural al medio urbano, así como jóvenes que cursan estudios en el extranjero (Bhugra, 2004).

             Estudios epidemiológicos del tema sobre el tema han estimado que alrededor del 27% de los cuadros patológicos con que debutan los emigrantes, corresponden a alguna patología psicótica; el 14% de definen como trastornos afectivos y solo un 5% hace referencia a pacientes migrantes que abusan de algún tipo de sustancias (Martínez y Martínez, 2006). El Centro de Salud Mental transcultural de Australia indica la propensión así como las dificultades que experimentan las mujeres, como hecho de riesgo sobre la salud en contraste con la de los varones que en mucho menor; esto obedece según esos expertos, a los acontecimientos vitales, al aislamiento social, a la violencia o alguna forma de abuso, a la violencia infantil o doméstica y a la transgresión de sus roles como madres o cuidadoras (De Sousa, 2004).

             Es entonces una realidad la propensión a la afección de la salud mental a la que se ven expuestos los y las migrantes, los párrafos anteriores dan cuenta de configuraciones sindrómicas o patógenas que en concordancia con ciertos factores psicosociales asociados a su situación migratoria, pueden afectar su salud psicológica y social, configurando temporalmente trastornos en su comportamiento y/o en su personalidad, cuyo debut hablando de las entidades clínicas, a la larga puede significar el establecimiento de una afección de su status mental más duradera. Sin embargo aunque las estadísticas revelan la baja incidencia de esos trastornos si las comparamos con relación, a la cantidad de personas que viven como migrantes en el mundo, tales casos resultarían pocos significativas si se quiere verlo así; sin embargo en realidad y de cara al problema que nos ocupa, existen muchas otras formas de impactar la salud integral, de los migrantes que se puede extender inclusive a su familia estén o no en condición de migrantes también, estas formas de afección constituyen verdaderas condiciones generadoras estatus insalubres, evidenciados en otras formas de afección y malestar subjetivo.



[1] Delgado Paz Yadiarys; Estudio sobre el impacto psicosocial del proceso migratorio de hijos adultos en padres con elevado compromiso social; trabajo de Diploma, Universidad de la Habana, facultad de Psicología, año 2007.
[2] Martín Fernández Consuelo; Las migraciones externas desde un enfoque Psicosocial: conferencia dictada en el Congreso nacional de Psiquiatría de la Asociación Mundial de Psiquiatría; La Habana, 2006
[3] Organización Mundial de la Salud; Índices estadísticos de salud de la familia; informe de un grupo de expertos de la OMS; 1976; serie de informes técnicos 587.
[4] Logroño Constanza y otros; El papel del psicólogo en la salud pública; Psicología y Salud, julio a diciembre; volumen 16, número 002; Universidad Veracruzana, México 2006
[5] OMS; quinta conferencia mundial de promoción de la salud; promoción de la salud hacia una mayor equidad; ciudad de México, 5 – 9 de junio de 2000
[6] Modelo principal de ingresos de divisas para el país, caracterizado por  la producción agrícola serrana y costeña para la exportación y consumo interno.
[7] Nota de autor: cinturón de pobreza, formados asentamientos de familias campesinas  serranas y costeñas con predominancia de las provincias de Manabí, Esmeraldas, Bolívar y Chimborazo.
[8] Macías Peña W.; Problemas Socioeconómicos del Ecuador; edit. Ecua-textos 2da. Reimpresión, 1984
[9] Macías Peña W. Op. Cit
[10] Uquillas. C. A; El fracaso del neoliberalismo en el Ecuador y alternativas frente a la crisis; año 2007;
Edición electrónica gratuita. Texto completo en www.eumed.net/libros/2007c/313/
[11] N.T.: La literatura ecuatoriana tiene en su haber dos grandes joyas clásicas, las mismas que relatan los problemas sociales de la época: “el éxodo de Yangana” de Angel Felicísimo Rojas y  “a la Costa” de Luis Martínez; las obras señaladas describen con lujo de detalle la injusticia, la desigualdad y contradicciones sociales.  
[12]http://www.explored.com.ec/noticias-ecuador/unicef-el-p ais-tiene-unos-700-mil-ninos-trabajadores-169775-169775.html
[13] Macías Peña W. Op cit.
[14] Brad Jokisck, citado por Chiriboga Zambrano Galo; El fenómeno migratorio en Ecuador; breves reflexiones sobre sus causas e impacto; 2006
[15] Calvento, Mariana.: (2007) Profundización de la Pobreza en América Latina. El caso de Argentina 1995 -1999, Edición electrónica gratuita. Texto completo en www.eumed.net/libros/2007a/252/
[16] Noriega Ureña Fernando; Economía para no Economistas; Universidad de Guayaquil, Facultad de Ciencias Económicas, edición Ecuador, año 2008, Pag 39.
[17] Noriega Ureña Fernando. Op cit. Pag. 88.
[18] http://www.tribunalconstitucional.gov.ec/constitucion.pdf
[19] http://www.tribunalconstitucional.gov.ec/constitucion.pdf
[20] Asamblea Nacional Constituyente; Constitución Política de la República del Ecuador; año 1998 art. 42
[21] Migración y salud mental y disfunción familiar, impacto  socioemocional en la familia del indígena Oaxaqueño migrante.
[22] Citado por Aguilar Morales y colec; Migración, salud mental y disfunción familiar, 2008, Mexico DF.
[23] Sánchez Jeannette; Migración, desplazamiento forzado y refugio; revista aportes Andinos, año 2004

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